OSCURIDAD

Igual que la lluvia
que arrastra ramas rotas
y hojas secas, es hoy mi corazón.

Estaba ya cuarteado, reseco
no quería morir de desilusión
por eso seguía latiendo.

Un viento cálido de Africa
lo arrancó como zarpazo de león,
así certero, profundo. Dejando al descubierto
la realidad y lo que eso suponía.

Hay personas que nos acompañan en la vida,
nos marcan de forma tan grande
que no volvemos a ser los mismos,
sino mejores.


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