Destino Senegal 7


Cenamos en paz y comentamos el día. La universidad le absorbía mucho tiempo, ademas hay que hincar codos, estudiar mucho y salir poco de fiesta. De todas formas Frank era muy responsable desde pequeño sacaba muy buenas notas y no se conformaba con un cinco pelado, si no notas más altas que dan tranquilidad y posibilidades para elegir nuevos caminos si es que este no fuera el suyo. Se acostaron y a Lucia le costó conciliar el sueño pensando en Ousmane, que ropa ponerse y que iba a pasar el día que se vieran. Ella era terriblemente nerviosa y le daba muchas vueltas a todo, A fin de cuentas no adelantaba nada haciendo eso, pasaría lo que ellos quisieran, La noche fue un suspiro y ya se hizo de día, era viernes y en nada sábado. Normalmente el fin de la semana laboral se lo tomaban todos con mucha calma, no corrían, intentaban llegar a todos los puntos para que quedase constancia, ya que por GPS en las tablets los tenían localizados en cada momento. Y por fin se acabó esa semana.

Habían quedado en un punto de encuentro bonito y concurrido normalmente, la Catedral, por esa zona había lugares lindos para ver y pasear y muy cerca caminando el Paseo Marítimo con vistas preciosas y el puerto donde los barcos, veleros y otras embarcaciones se encontraban amarradas. Lucía eligió un vestido de color rojo, su preferido, adornado de pequeñas flores blancas y azules que le daban mucha luz a su rostro y con esos ojazos que tenía brillantes como perlas del mar, era según decían lo más bonito que tenía, esa mirada, desarmaba. Ella llegó puntual y a él lo divisó enseguida, a parte de su piel, recordaba su pelo acaracolado, su tez preciosa y unos ojos marrones que te atravesaban el alma. Se acercaron mutuamente y sonriendo, se dijeron hola. Lucía- preguntó- si hacía mucho que estaba allí. No acabo de llegar. No sabían que hacer si darse un beso en la mejilla, pero al final lo hicieron, era lo más normal. Él llevaba unos vaqueros y una camisa de colores llamativos que le resaltaba el rostro, le gustaban los colores, como a ella. ¿Y dónde vamos? - preguntó- a lo que ella respondió que podían ir dando un paseo hasta el Puerto y respirar la brisa marina, era mayo y hacía buena temperatura, comenzaron a caminar rumbo al lugar y así como quien no quiere la cosa cosa entablaron una conversación, hablaba bastante bien el español.



Continuará...

Manuela García Cano 10/02/2020





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