Día 30 Escenas de balcón

Fotografías: Manuela García


Llevo cuatro días utilizando mi pequeño balcón
como solarium improvisado y he comenzado 
a leer de nuevo en este caso,  la antología
ELLAS IV, es muy bello este libro

 He encontrado poesía, belleza en sus palabras
 e historias, seguro muchas de ellas, ciertas.
 Como son pequeños los relatos,
 casi, que te comes las letras. 

Dejé de leer porque no podía mantener la cabeza
recta, ni fijar largo tiempo la vista en ellas, las letras.
Mira algo bueno ha salido de esto, aunque hay
más cosas buenas. He sacado fuerza, de flaqueza.

He de confesar que desde que tomo un poco
el sol y el ritual que le acompaña, menos ropa,
crema solar, libro, silla frente al balcón,
me siento mucho mejor, el sol es la vida

Es curioso, al estar limitado uno busca soluciones
sencillas, que cambian por media hora, la forma
de ver las cosas, ese tiempo invertido en ello
luego, lo haces fantasía leyendo o foto inmortal
del momento.

Observando cuando camino con estas piernas
el balcón es una vía de escape para la gente.
Hoy por ejemplo se me vino a la mente, el pueblo.
Gente hablando con la vecina
 de enfrente, como antaño.

Escuchando en plena Gran Vía a un joven 
que saxo en mano y altovoz a su lado
deleita a sus vecinos con sus temas y otros
que no son suyos como "Resistiré", 
ya la hizo mito, porque a las 20:00 pm.

Llega la catarsis.

Balcones llenos de aplausos como símbolo,
lo llamaremos así, de agradecimiento a todos 
los que trabajan y acabada la sinfonía de
manos agradecidas.

Comienza la música enlatada a salir
por ventanas, balcones y coches, 
rítmicas, alegres y bailables, también 
se canta y baila y el volumen es considerable.

Es como si uno viviera para las veinte horas,
donde descargar las ganas contenidas
por este encierro inusual. Y así pasó otro día.



Manuela García 12/04/2020
Vivencias por confinamiento de Covid19











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