Es alentador y hasta fresquito
caminar por las calles de Poblenou
dada la cercanía con el mar.
Si además le sumas el interés creciente
que
provoca en mí, la expresión de su
cultura
urbana, graffitis, pinturas en
vallas,
muros, puertas, persianas,
de
una calidad extraordinaria.
Con
un punto de rebelión por parte
de
los habitantes de este barrio barcelonés
ante
la burbuja inmobiliaria y los intereses
monetarios
de los inversores y dueños del suelo.
Mucho
solar industrial abandonado, derribados
sus
muros con las máquinas dispuestas a erradicar
todo
vestigio del pueblo que clama alto y claro.
Sigo
caminando por sus calles, muy cerca:
La
Rambla de Poblenou que no tiene nada
que
ver con el resto del entorno, personas, terrazas
y
más terrazas en fila, tiendas abiertas en domingo,
gente
mayor llenando los bancos, turistas, gente
y
más gente, chiringuitos por doquier.
Cerca el mar, la vida.
Con
cámara en mano bajo temprano
y
voy en busca de tesoros perdidos
en
el tiempo, todo allí es peculiar
y
me siento descubridora de un mundo
que
antes fue mucho mejor y está
a
punto de desaparecer.
Las
dos caras de Poblenou.
Fotografía
y texto:
Manuela
García 08/07/2019
Para el Espacio Poético- LA BABEL
Para el Espacio Poético- LA BABEL
Publicado 22/08/2019
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