En un lugar dije muerto
pero era de eventos.
En realidad ha sido un mes
de descubrimientos.
Conocí lugares de nuestra
Barcelona que no hubiera
adivinado.
Caminando, caminando y cámara
en mano, descubrí:
Poblenou y sus graffitis de una
enorme calidad así
como la humildad de sus autores,
David Villaecija.
Tuve el honor de conocerle
y admirar su arte que compartí
con vosotros.
Otros artistas graffiteros
cada uno con estilo propio
un día sí y otro también graffitti
nuevo, pocos muros quedan ya
enteros.
Me enamoré de la visión de su arte
y atrevimiento.
Fotos a raudales poco queda ya por
fotografiar.
Conocí calles, la luz y la sombra,
la mañana, la tarde.
Hasta el lugar santo donde un día
tierra y cuerpo serán uno, allí
hay mucho arte.
Recovecos, vestigios de grandes
y pequeños.
Can Ricart y su residencia para
artistas, Hangar.org
Una ciudad dentro de una gran urbe,
jardines con esplendor y buen gusto.
La Barceloneta vista desde arriba,
paseo por disfrutar,
el mar, el cielo más cerca de tocar
pupilas grabadas por la belleza
de sus elementos.
El Raval, la Ciutdadella, el Paseo Marítimo,
joyas, cada día es distinto
la gente lo hace diferente, su cultura.
He quedado impregnada de muchas cosas
de belleza, de amor ,originalidad, pasión,
y de las cosas que importan
y las que no.
Contenta por vivir y contar.
Entre medias se hizo la foto
número 500, que acompaña este escrito,
es un graffiti al que su autora puso
AMOR.
Manuela García 07//09/2019
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