Trozos de Vida XXIV


Habían pasado cuatro meses desde que regresó de las islas y faltaban solo dos meses para que se tuviera que marchar de nuevo a trabajar, Aprovechábamos todo el tiempo que teníamos para estar juntos, ya había mucha más intimidad, los sentimientos eran otros y la idea por parte de los dos de separarnos se nos hacía un mundo, yo no creo en las relaciones a distancia, las parejas han de estar juntas, sino el amor muere en la distancia y eran seis meses sin vernos, tocarnos, hablando de ese tema nos poníamos tristes. Yo le quería y él a mi. ¿Qué podíamos hacer? ya pensaríamos en algo.


El trabajo se hizo rutinario, en casa era lo mismo de siempre, malas caras, gritos, menos mal que casi siempre estaba fuera, allí era una persona totalmente diferente, vaya, que no era yo. Intentaba hacerle el menos caso posible pero era difícil no escucharla y más que no te afectara, yo era una persona muy sentida y tanto tiempo con lo mismo hacia mella. Los padres de Roberto se enteraron que su hijo pequeño salía con una chica y enseguida quisieron conocerme. Era muy pronto para mí, pero él me convenció. Les extrañaba que alguien se interesara por su hijo, ya que luego me enteré de que por lo  visto, era una buena perla.



Continuará...





Manuela García  18/08/2019


No hay comentarios:

Publicar un comentario