Estuve trabajando durante un tiempo en un empleo en el que no estaba a gusto ni encontraba mi lugar en el numeroso grupo que lo formábamos, la ciudad donde residía, Barcelona capital, es una ciudad hermosa por la variedad cultural, por la playa, el sol es clave, montaña, espectáculos, teatros, conciertos, es arquitectónicamente una ciuadad bella, llena de monumentos con una gran historia y reclamo para el turismo que llega en masa a la ciudad, con lo que eso supone. Entrada de dinero, vivimos del turismo pero tiene su lado contrario, que se ha masificado y ha llegado a ser molesto por los ríos de gente que visitan por ejemplo, La Sagrada Familia, icono de la ciudad, del arquitecto Gaudí. así como otros tantos en diferentes partes de la ciudad. Ruido, residuos, no respetar el horario de descanso, incivismo y borracheras formaban parte del ideario turístico.
Fuente: Internet
Me dedicaba junto a mis compañeros a concienciar a la ciudadanía de la importancia de reciclar, tirar los residuos en los contenedores correspondientes, no usar las papeleras como container, campañas para informar a los dueños de las mascotas, o sea perros, que recogieran sus defecaciones y los depositaran en los lugares correspondientes, container o papelera, colillas de tabaco, no al suelo, encuestas de todo tipo, incluso de un senglar, que es como un jabalí propio de la zona boscosa llamada Collserola. Como debeis imaginar este trabajo no era nada gratificante, sabía que contribuias a educar a la población sobre el medioambiente, pero en realidad la mayoría de ciudadanos, no hacían mucho caso. Llegaba un momento que era mortalmente aburrido, rutinario. Nos pasamos ocho horas caminando en las zonas asignadas a las cien personas que la empresa contrató, intermediaria con el Ayuntamiento de Barcelona, durante un año. Lo bueno del trabajo eran los compañeros, conoció a grandes personas, conserva una amiga y aprendió mucho, la calle te hace duro pero también puede fisicamente pasarte factura y con ella lo hizo en las rodillas, que nunca jamás le habían dolido y fueron la parte afectada por el sobreesfuerzo, a parte de la ubicación de la oficina que se encontraba en plena montaña.
Continuará...
Manuela García 20/01/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario