Fotografías: Manuela García
Barcelona quedó prácticamente en silencio
los coches se dejaron de sentir tanto
ante la escasa actividad profesional
en su lugar se escuchan las ambulancias.
Su ulular de sirenas despierta en tí
el pensamiento de otro contagio,
otra persona, pequeño, mediano, mayor,
el virus no sabe de clases sociales, ni edades.
Ya no entraremos en porqué ese sí, ese no,
es un misterio que escapa hasta a los médicos.
Tengo una hermana trabajando en el
Hospital Universitario de Salamanca.
Ha vivido muchas cosas pues lleva trabajando
allí más de veinte años, celadores que hacen
de todo. Dice que es un caos, que hacen
lo que pueden, ellos también están en riesgo.
Médicos, enfermeras han caído están en un box de la UCI.
Este virus ya no es contagiarse, es que ataca a los órganos
del paciente que a lo mejor no sabe, que tiene algún desorden
y es paciente de riesgo.
Los guantes y mascarillas no hay para todos
y por mucho que te los pongas, de penderá de que
alguien antes que tú tocó algo y luego lo tocaste tú
incluso con guantes, no te asegura el"no contagio"
Una tarjeta roja para empresarios que no facilitan
a sus trabajadores, mascarillas y guantes, los dejan
ahí trabajando, perdón por la palabra, y que se jodan.
Y sé de lo que hablo porque me toca de muy cerca.
Los abnegados dependientes ilusionados
porque son jóvenes, de que están ayudando
a la ciudadanía, sí protegidos, pero también
pueden contagiarse y contagiar, que esto
no es moco de pavo.
Ya pueden aplaudir desde sus ventanas a la ocho
de la tarde a todo aquel que en estos tiempos tuvo
que ir a su puesto de trabajo para que podamos comer.
A Sanidad y todos sus profesionales,
a Transportes Metropolitanos
aunque vayan casi vacíos. Yo me pregunto
¿que ha sido de nuestros mayores?
Los centros de día, los permanentes, si todo
está cerrado ¿dónde están ellos?
Materiales necesarios de Farmacia, agotados
y no digamos ya ellos, yo los veo muy cansados
de esta situación anómala, el que está en casa
se acaba poniendo enfermo, pero de nuevas patologías.
Y la Sanidad recortada desde hace tiempo,
le llega esta pandemia, lo mal que han hecho
las cosas los dirigentes. ¿Realmente son conscientes?
Recogemos lo que sembraron, desechos.
Qué aplauda la ciudadanía y ponga música
y baile en sus casas para matar un poco el stress.
Solo llevamos 12 días y en China estuvieron 50.
Mi querida Senegal, hasta allí llegó la mano,
se alargó, preocupada estoy, allí no es
se alargó, preocupada estoy, allí no es
aquí. Pobreza, sin Sanidad, algo para llevarse a la boca,
normal que tengan miedo, si yo viviera allí lo tendría.
No sé si aguantaremos este embate, cuerdos.
Manuela García 25/03/2020
Vivencias en confinamiento por Covid19
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario