Pasaron los días hasta llegar al sábado,
Lucia quedó con Ousmane a las 11:45 am. en la puerta de su casa, ya que la
cafetería dónde se llevaría a cabo el encuentro estaba muy cerca de la casa de
ella. En estos días los nervios estaban a flor de piel, más Ousmane,
Lucia confiaba en que Oscar si pudiese ayudarle. Apareció puntual. en su
puerta, se sonrieron y ya se dieron un beso corto en los labios ¿Que tal estás?
-dijo- Lucia, él contestó que nervioso, a lo que contestó tú tranquilo y
muéstrate tal y como eres, natural y sé sincero. Si te pregunta contéstale la
verdad. Oscar es muy buena persona y solía decir de él que cuando se
encontraron y se fueron conociendo para ella se convirtió en un ángel, estaba
en su vida para ayudarla y hacerla mejor. Sonrió. Fueron caminando poco a poco
hasta la cafetería él solía ser muy puntual, aparcaba el coche enfrente de
ella, ya que allí se encontraba un parking. Cuando llegaron estaba sentado en
la terraza, hacia buen día y enseguida que los vio se levantó a saludarlos a él
con la mano y a Lucía con un beso. Tenía el cabello todo canoso y aura de
persona elegante y refinada, a la vez que natural. No era persona de mirar por
encima del hombro dada su posición social.
Encantado de conocerte -dijo- bueno, tú
dirás. Lucia me ha comentado que buscas trabajo y que aquí trabajaste en negro,
claro, haciendo pequeñas reformas. ¿Que sabes hacer? Pues -dijo- lo que hacía
en mi país labrar la tierra., recoger los frutos. Y si algo se estropeaba en
casa yo lo arreglaba. Lucía todo el tiempo permaneció callada. Entonces Oscar
le dijo que en su empresa de compra-venta terrenos no tenía nada para él y ya
que te ha traído Lucía y yo confío en ella de que eres responsable y trabajador.
Tengo una amiga que posee un Servicio de Atención a Personas Mayores en su
hogar. Podría haber algún puesto para ti ¿te importa cuidar ancianos? -le
preguntó- Ousmane dijo, no por supuesto. Quiero trabajar de lo que sea pero
que me asegure la empresa, pues ya le habrá dicho Lucía que es por los papeles.
Sí claro. Entonces haré unas llamadas y con lo que me diga Anna, la dueña, o yo
o ella misma te llamaremos para decirte si tiene alguna plaza libre y una
propuesta de trabajo. Dame tú teléfono, Oscar lo anotó en el móvil y ya tendrás
noticias de uno de nosotros. Lucía que no dijo esta boca es mía, él le preguntó
si todo estaba bien. Sí Oscar y le dio las gracias por ayudarle y
Ousmane hizo lo propio. Ya me tengo que marchar, he quedado con mi esposa Lidia
para salir fuera de Barcelona. Se dieron la mano y se dijeron hasta pronto.
Continuará....
Manuela García 29/03/2020
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