Fotografía: Manuela García (mi calendario)
Hacía días que no escribía, no sentí
la necesidad de hacerlo, pero hoy sí.
La cifra 44, es el otro número preferido,
tengo dos el 4 y el 9, curioso pues
son el día y mes de mi cumpleaños.
Confieso que no veo las noticias,
no quiero, las cifras que dan, son negativas
me entero del mundo que me rodea
por mi hijo, los avances positivos
de este encierro mal querido.
He decidido anotar en mi cuaderno
de la vida, mis progresos estos días.
Eso queda para mí, pero realmente
son positivos y lo quiero dejar aquí.
Son temas personales, pero estoy contenta
la vida no espera, sigue girando entorno
al sol y la luna, las estrellas son compañía.
Estos días lo que más escucho,
no son los pájaros, ni su pío, pío,
tenemos en nuestro entorno, a un búho
me encanta su sonido, como de una selva
pero no, la selva es de cemento, pero alegra.
Lo que más suena es el pájaro de cuatro aspas
sobrevolando el cielo, ese cielo que es nuestro,
no les pertenece a ellos.
Vigilados también por carretera,
haciendo trizas, la tranquilidad de tu paseo,
El tiempo se acorta pero las piernas piden más camino
pero ellas están limitadas, encerradas,
atrapadas, no hay rejas, hay toque de queda.
Esto sí, esto no y ya 44 días de nuestras vidas,
sin tanta vida, solo nos queda la interior
seguro nos hacía falta escuchar, no sé
de esta experiencia que saldrá.
El ruido de las ambulancias es brutal,
a Dios gracias no es muy habitual,
solo queda aprovechar este día,
que se levantó con buena noticia,
pueden salir los niños, al mundo.
Manuela García 26/04/2020
Vivencias por confinamiento de Covid19
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