Trozos de Vida nº LXXIV


Fotografía: Fuente Internet

Mi relación con Roberto había tomado otro cariz, ahora se lo tenía que presentar a mis padres. No se lo había presentado nunca. No hubo tiempo, nuestra corta relación presencial no lo había permitido. No me gustaban las relaciones a distancia y en cuánto al tiempo, tampoco nos pareció importante, solo sabíamos que nos queríamos y la separación sería dolorosa, así que mejor irnos tranquilos y casados. Le dije a mis padres que Roberto quería subir a casa para hablar con ellos y tendría que ser un domingo que era cuando mi padre, no trabajaba. Lo hablé con Roberto, se puso de los nervios, le dije, tu tranquilo como tú eres, además yo te ayudaré. Llegó el día señalado, yo primero quedé con él y después subimos juntos para que no pareciera tan frío. Abrió la puerta mi madre - mamá este es Roberto- y le dio la mano. Pasar que papa está en el salón. Mi padre estaba sentado en el sofá con los dedos entrelazados, se levantó y le ofreció su mano también. Sentaros, para romper el hielo mi padre fue directo al grano, Roberto me ha dicho mi hija que querías hablar con nosotros ¿sobre que es?. Estaba como un flan y comenzó a hablar. 


Ya sabe usted que su hija y yo somos novios, el caso es que nos queremos y dentro de unos meses me volveré a marchar a las Islas Baleares y ambos estamos de acuerdo en que no queremos volver a estar separados, por eso vengo a pedirle la mano de su hija - soltó - rápido. Mi padre y mi madre se quedaron mudos. Pero ¿no es demasiado pronto para casaros? -dijo mi padre y mi madre asintió. Argumentamos que esperar para tener un dinero ahorrado para dar la entrada a un piso y esperar varios años, era demasiado tiempo, y era ahora cuando nos queríamos. Teníamos las cosas muy claras. Además yo dije nos casaremos antes de que le llamen para trabajar. Pero eso son unos tres meses, es muy precipitado -comentó mi padre. Igualmente queremos hacerlo. Entonces ¿me concede la mano de su hija? Mi padre y mi madre se miraron de hito en hito, finalmente dijo SÍ. Pues chicos tenemos un gran trabajo por delante. Le dio las gracias por la bendición. No se preocupen cuidaré muy bien de su hija. Al despedirse, ya lo besaron, iba a ser de la familia.


Continuará...


09/12/2020



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