Desde que comencé con los dolores de las lumbares, ya una semana y esto no se va. Estoy algo mejor por la medicación extra. Sin poder hacer una vida normal y además más limitada en mis movimientos, siento rabia, impotencia, por no ser dueña de mi cuerpo, me siento secuestrada por este dolor que no tolero, del que porqué no decirlo, me da miedo, siento miedo y me hace sentir vulnerable, poco segura en esta piel vestida de mujer donde se ha instalado el sufrimiento físico y anímico. Me afecta. ¿Cómo canalizar esta impotencia? Mi válvula de escape es escribir, como lo que hago ahora, en este caso expresar lo que no he dicho en voz alta.
A veces ni eso es suficiente, prevalece el dolor que exhibe mi tristeza, solo de pensar que esto o algo parecido a esto, será para toda la vida. "Esto no puede ser, no debe ser". Tendría que tener fecha de caducidad. En mi poema "Poesía al dolor" al enterarme de la maldita noticia, yo expresé, según los expertos, tienes que aceptar lo que te ocurre y cuánto antes mejor. Pero lo cierto es que de lo único que tenía ganas en esos momentos era de llorar y llorar la muerte de una vida, un duelo por hacer, el alma dolorida.
Esto lo hicieron y yo lo sé a ciencia cierta, que estos dolores generales son debidos a toda una vida de callar, de no saber decir NO, de tragar, de conformarse con lo que uno no quiere, de no expresar lo que sientes, por eso, esto se somatiza y algo, un suceso, desencadena este desajuste en tu cuerpo, que realmente lo que sientes, son los dolores del ALMA.
Poema: SECRETO
En lo más profundo de mi ser
busco un secreto
que está por descubrir.
Como van de la mano
cuerpo y mente,
que no te hagan descarrilar
en la desesperanza.
Autora: Manuela Garcia Cano
19/02/2022
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