Foto poesía: Manuela García Cano
Ese beso apasionado, su aliento de deseo
queda suspendido en mi cabeza
atraviesa la piel de mi espalda
escalando por la columna.
El beso es más profundo
y el deseo, se desata
llegando hasta mí ese fuego
que se ha convertido en llamas.
La de un cuerpo amarrado a otro cuerpo,
apretados, transpirando,
rezumando olores, que solo la pituitaria
desataría las humedades conocidas.
Y el placer de una falo firme
que traspase la cortina de la impaciencia,
separados los dos labios, para recibir
la figura engrandecida, que estallará
en convulsos movimientos.
Y el más, dame más, no pares.
Foto Poesía: Manuela García Cano
Sala cultural: CALABRIA66
Fotografía y Poesía:
Manuela García 29/11/2019
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