Trozos de Vida VII


Siempre fui una buena estudiante, aprobaba habitualmente con buenas notas. Todo iba bien hasta que mi colegio pasó de clases separados entre chicos y chicas a ser clases mixtas. Mi atención a las asignaturas cayó en picado, el rendimiento bajó.Terminé octavo curso con dos asignaturas pendientes, las famosas matemáticas y el francés, las Marías, como solíamos llamarlas y es que estar con chicos distraía mucho. Allí tuve por primera vez la menstruación. Es curioso los quebraderos de cabeza que me ocasionó el acontecimiento, tenía trece años, Tras el susto volví a casa dónde mi madre me dio un paño y me explicó que ya era una mujer !pero si solo era una niña! y que no fuera mucho con el cántaro a la fuente que sino se rompería. Vaya una explicación para intentar decirme que cuidado con los chicos que me podía quedar embarazada. También que no podía correr en esos días, no te podías bañar, etc..cosas de ignorancia. Estaba ilusionada y preocupada a partes iguales. 

Una vez terminada la etapa escolar ¿qué iba a hacer? me preguntaba yo. Mis padres pensaban los mismo y decidieron hablar conmigo. ¿Que si quería seguir estudiando o  prefería trabajar?, francamente no lo pensé mucho, trabajar. Primero a esa edad uno no sabe lo que quiere, los padres deberían ayudarte a encontrar tu camino, cosa que no hicieron. Pensé que si trabajaba me tratarían mejor como persona de como lo habían hecho hasta entonces. Anhelaba ese reconocimiento y ese trato, ya que lo había visto en mis hermanos mayores. Mi padre si que estaba orgulloso de mi pero, ella, mi madre no. Mi padre entonces propuso abrir una tienda para mi y mi madre vendría a ayudarme. Era un papelería-librería con artículos de regalo y le pusimos de nombre Juan, en honor a mi hermano.



Continuará...







Manuela García 03/07/2019





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