La vida continuó
y cumplí los dieciocho años. Tenía que continuar con mi vida trabajando,
cosiendo, saliendo con amigas, teníamos un grupo de unas diez amigas y salíamos
a bailar, cosa que me encantaba,la música era para mi una evasión, no recordaba
nada, solo disfrutaba Recuerdo que comenzamos a ir los viernes y a lo largo del
tiempo se convirtió en además sábado y domingo. Entrar en la discoteca era
estar en otro mundo, chicos, desconexión, alegría. Bailar en la pista sin freno,
que te invitaran a bailar música lenta, el cortejo, el coqueteo, los mejores
momentos de mi vida los he pasado en una pista de baile. La discoteca Maddona y
Limón y Menta, las dos para el recuerdo.
Continuará...
Manuela García 21/07/2019
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