Trozos de Vida XXXVI

La noche pasó muy deprisa, era de noche, Roberto se aseó, vistió y a 05.30 a.m. ya venía el autocar de la empresa a buscar a los trabajadores, así no llegaban tarde y también ahorrabas dinero y no tenías que conducir tú si tuvieras vehículo. Nos despedimos con un beso y hasta pasadas las 15:00 horas, que volvía. Lo primero que hice fue irme a la cama, era demasiado pronto para deambular por la casa cuando me desperté ya era las 10:00 horas ,me encontraba descansada  y con ganas de ver todo lo que me estaba esperando, desayuné, me vestí, recogí y limpié lo que me tocaba de casa y salí al exterior, a la calle a ver el pueblo y mirar si había comercios, grandes superficies que necesitasen un trabajador.




Comencé por el camino más cercano a los apartamentos, había pocas casas separadas por terreno seco e higueras además de vallas para delimitar su propiedad. Cómo era un pueblo de interior, la playa no estaba cerca. después al cruzar la carretera, estaban los comercios, una farmacia, y hasta una iglesia. Lo primero que hice fue preguntar en un colmado y amablemente me dijeron que no, ya se veía que era familiar, lo llevaban entre el marido y la mujer, aquí cuándo acababa la temporada estival, quedaba poco vida. Encontré una gran superficie el Eroski, aquí pasaba igual. Bueno dí por bien empleada  la mañana y volví a casa a hacer la comida y esperar a Roberto para saber como había ido la jornada laboral.









Continuará...






Manuela García 12/10/2019



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