Trozos de Vida XLV

Pasé mala noche, soy una persona que le dá muchas vueltas a las cosas y me preocupaba demasiado por todo. La noche se hizo larga pero finalmente salió el sol. Roberto tenía el horario de tardes e íbamos a tener tiempo de hablar. Me levanté antes que él y mi cara era un poema, se podía leer en ella. Desayuné y este no hacía ningún esfuerzo por salir de la cama, era de los que dormían nada más poner la cabeza en la almohada y a roncar inmediatamente. Por fin se levantó como si no pasara nada, me fué a dar un beso y se lo rechacé.  Encima se molestó ¿qué pasa?. -dijo- y a mí me incendió. ¿Como que qué pasa? -dije-. Lo de anoche repuse ¿has pensado en ello? Dijo sí, pero lo que viste no tiene importancia. Será para tí, pues sé que no es la primera vez que fumas, esto lo haces con frecuencia. Al final dijo que sí que cuando estaba en las islas fumaba pero solo eran caladas, no un porro entero. Ya... -dije- y ¿qué? es fumar igual y de ahí puedes pasar a drogas más fuertes. Qué sepas que lo que dije ayer fue muy en serio. Si sigues fumando yo te dejo y me vuelvo a casa. Tú decides,
¿o los porros o yo?.



Continuará...





Manuela García 23/11/2019


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