La campaña duraba tres semanas y el estudio se realizaba a instancias de una universidad para conocer la opinión de los ciudadanos en referencia al control de la especie, mediante el sacrificio, caza controlada. Ahora la población había aumentado debido a que bajaban a comer, se hacían adultos muy pronto y tenían crias. Tuvieron contestaciones de todo tipo Los ciudadanos más accesibles para contestar estas preguntas ,algunas francamente curiosas, eran las personas mayores, abuelos y niños/as. Lo primero ante la pregunta, se identificaban como trabajadores del Ayuntamiento, tenían una placa con su nombre en el polar verde hoja ¿le podemos hacer unas preguntas sobre los porcs senglares?, lo primero era una sonrisa. A los informadores ambientales les pasó lo mismo. Desde el abuelo que nunca vió ninguno, otros solo en su pueblo, alguno por la zona del hospital y el que tuvo más suerte en plena calle Balmes. Ahora los niños se ilusionaban de una manera, para ellos era como una mascota. Antes las preguntas ¿seria partidario de cazarlos y matarlos, para que la población no crezca? No, no, no. Devolverlos al bosque, a su habitat, lógico. Les provocaba ternura, los animalitos.
Lucía tuvo ocasión de poder hablar con Nina, su compañera de trabajo sobre su su cita con Ousmane. Comentó sus impresiones, que le gustaba más de lo que quería confesar y estaba impaciente por volver a verle. No tenía trabajo y eso era un hándicap, pero tal y como estaba el panorama laboral, no era de extrañar que no encontrara, de momento, otra cosa desfavorable era su raza, en Barcelona que es una ciudad abierta a las culturas, pues ello es riqueza, también existía el racismo. No lo tenían nada fácil, aunque ella era positiva por naturaleza, confiaba en que encontraría. Él sabía hacer trabajos de reformas, había aprendido aquí pero también en su país, allí si que las condiciones de vida eran muy duras y tenían que espabilarse. Nina le pidió que tuviera cuidado, pues por otras personas sabía que algunos eran mentirosos o tenían mujer allá en su tierra. Qué fuera despacio. Ella no pensaba igual hasta que no conoces a la persona, no se puede suponer y aún conociéndola te podían sorprender en un engaño. Se dejaría llevar por sus sentimientos.
Continuará...
Manuela García 02/03/2020
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