Fotografía: Fuente Internet
-Jhon perdona por no haber confiado en ti. La persona con la que he hablado hace unos días, me abordó por la calle, se llama Jheison. Me sorprendí que conociera mi nombre pero luego caí en la cuenta de que lo más probable que le enviara el Sr. Sanders. Pero cual no sería mi sorpresa cuando dijo saber de nuestro descubrimiento y estaba interesado en comprar la información.
- No daba crédito a lo que estaba escuchando. Le dije que estaba loco, que no sabía de que hablaba. Por toda negativa mía, reía y aseguraba que estaba al tanto de todo, que no le mintiera.
- Jheison trabajaba para una organización que negociaba con secretos, armas, contrabando... estaban dispuestos a pagar una gran suma de dinero, por ello. -Le dije- que no disponía de los documentos ni de los códigos, que habíamos sido despedidos de la empresa y era imposible tener acceso al sistema de Ace Corporation.
- Ya buscarás la forma Freddy - dijo- Estamos dispuestos a pagar quince millones de dólares.
- Mi cara lo dijo todo, sorprendido por la oferta le comenté que tenía que hablar con mi compañero, puesto que ambos estábamos implicados. Jheison me dio cuarenta y ocho horas, para tomar una decisión y convinimos en vernos en Dereboyu Cd, pasado ese tiempo. Rita había permanecido camuflada para no ser reconocida y además, ella podía ser también una persona clave en este asunto, a ella no la conocían y no la podían asociar con sus amigos.
- Pero esto es sumamente peligroso - opinó Rita -
- Ni que lo digas -respondió Jhon-
- Poco después Freddy me confesó que antes de que nos despidieran de la empresa, había copiado el informe y los códigos secretos en un USB como precaución.Nunca se sabía cuando se trabajaba a este nivel que podría suceder .Cuando me explicó lo que había hecho, me enfadé, pero realmente en ese momento era un salvoconducto para negociar y seguir vivos.
-¿Quieres que te ayude a encontrar a Freddy?. Aunque primero tendría que visitar a mi cliente
- propuso Rita-.
- Te agradezco la ayuda, en realidad me hace falta, gracias Rita.
- A pesar de que había perdido los contactos, Rita era muy precavida y disponía de una agenda donde figuraban, entre otros, el número del posible comprador.
-Jhon, aceptó a acompañar a Rita. ¿A qué hora tienes la cita?. A las dieciocho horas en las oficinas de la Avenida 162 Sk. Ahora son las diecisiete treinta, podríamos coger un taxi y así llegar puntuales. Me parece una muy buena - apostilló Rita-
-Salieron del aeropuerto en busca de un taxi libre, cosa que sucedió enseguida. Jhon ayudó a Rita con las maletas, se sentía pletórico pues esta mujer le gustaba mucho y estaba dispuesta a seguirle. Le indicó la dirección al taxista. a la Avenida 162 Sk., por favor. El tráfico era denso pero el taxista era un excelente conductor y en poco tiempo llegaron a su destino. Bajaron sus pertenencias, Rita tomó la precaución de anotar la dirección y número de teléfono del posible comprador, en su agenda personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario