Fotografía: Manuela García (comercio cerrado)
Me enteré esta mañana por Cris
que la fase 1 se ha suspendido
para dos grandes capitales,
Madrid y Barcelona.
He leído lo que indica la prensa
y es muy fácil perderse con los
términos y cálculos que utilizan.
Debo suponer que el nivel de infectados
no ha bajado como se esperaba, como no debería
de bajar la guardia, la población no infectada.
Yo que desde el principio he seguido
la evolución del virus y las medidas
impuestas a la población, escribiendo
solo desde la observación personal.
Porque desde el terreno, in situ,
es más real y he podido constatar
en esta semana de escalada, fase 0,
como pasamos de estar encerrados,
a parecer que no ha ocurrido nada.
La medidas sugeridas, diría más bien
obligatorias, en esta semana no se han
respetado igual. La calle se convirtió
en océano, ingente cantidad de personas
sin separaciones de un metro, ni protecciones.
Mayormente juventud, aunque había de todo,
las personas más maduras, suelen ser más conscientes.
La fragilidad del estado del bienestar se ha
visto comprometida y ahora a esperar una semana más.
Si solo se quedase aquí, pero muchos negocios
grandes y pequeños, autónomos, sin abrir,
sin hacer caja, solo pagos, vamos para tres meses.
Y el país se desangra comercialmente, los parados,
los ERTES, los cierres que habrá, los que ni cobrarán.
Familias enteras en la penumbra de unos tiempos
ya caducos y que ahora de nuevo cobran actualidad.
Manuela García 09/05/2020
Vivencias por confinamiento de Covi19
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