Lentes de cerca

Fotografía Fuente Internet

Cuando me pongo las lentes de cerca,
creo que son del número: dos.
Mi mejor amiga me las regaló, 
ella dejaba ya el dos y va a por el tres.

Durante mucho tiempo -ellas- las lentes
con su funda de terciopelo,
durmieron en un cajón.

Como trabajo escribiendo
y uso el ordenador,
un día vi una falta ortográfica
repasando un escrito del blog.

Que lo hago público 
y eso dice mucho del escritor. 
Así que fui al cajón
y saqué las lentes del dos.

Cierto es, que se veía mejor
pero solo para ocasiones 
de mucho pundonor
.En la calle, estaba claro, que no.

Incluso te hacen más mayor.

No aceptas que ese órgano
 también envejeció.
Puestas todos los días
la vista sin ellas, se acabó.

Por eso yo apenas las uso
pero si me he dado cuenta
que esa costumbre cambió.

Cada vez veo menos y me las pongo si o no.



                                                         Manuela García 01/03/2020



NOTA: Esta poesía fue un encargo
para un Jam Literaria, me lo propuso
una de las componentes y seguidora
de los espacios culturales, Marisol.
La inspiración vino enseguida y la leí
en casa a través de la aplicación ZOOM.




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