Fotografía: Aeropuerto de Turquía. Fuente Internet
Volvimos al lugar de encuentro. Nos sacaron de manos modos, y allí nos quedamos pensando en los que hacer a continuación. Freddy a pesar de tener mejor aspecto necesitaba descansar. Deberíamos ir al hotel para dormir un poco y planificar el segundo paso.
- Sí afirmó Freddy - tal y como estoy soy incapaz de pensar. Caminando hacía allí nos dirigimos.
Descansamos y mientras tanto comentamos que posibilidades teníamos que salir bien parados de todo este lío. Lo primero contactar con Rita. Tenía que saber que estábamos bien y desde luego vendría con nosotros. Estaba seguro de que había surgido algo entre ellos y no era el momento de dejarlo.
Como compró una tarjeta pre pago para poder tener un número de móvil de contacto la llamé. En varios tonos no contestó. Comencé a preocuparme. Afortunadamente una hora después alguien llamó a la puerta, no sabíamos quien podía ser. Asomé con mucho cuidado la cabeza por la ventana y pude ver que era ella. Nunca me había alegrado tanto de ver a alguien.
Rita nos había estado siguiendo en todo momento, pero se había mantenido alejada por precaución. Después de largo tiempo esperando me vio bajar del vehículo -fue un gran alivio pensó - , todo había salido bien. Cuando le abrió la puerta, se sintió tan feliz, su imagen le hizo olvidar los malos momentos vividos y sin más la abrazó.
Ella se sorprendió de su efusividad, pero en ello pudo sentir algo más..que no era solo alegría. Y lo cierto es que ese gesto la conmovió, porque ella comenzaba a sentir algo especial por él.
Dudamos durante un corto período de tiempo hasta que reaccionamos, teníamos que regresar a Estambul, allí seguía el apartado de correos y la segunda copia del USB. Nos pusimos en marcha en busca de pasaje en el mismo día, si era posible, como mucho al día siguiente. Hacer el escaso equipaje que llevábamos, bueno y los maletines de Rita, tan importantes de su muestrarios de joyas.
Encontramos pasajes para el día siguiente a Estambul. Rita se quedó a pasar la noche. Estaban agotados por todos los nervios que habían pasado, ya hablarían al día siguiente. El hotel solo disponía de dos camas, así que Jhon dijo que dormiría en el sofá y dejaría la cama para Rita.
Durante la noche Jhon no dejó de pensar en ella, sus ojos, su boca, su cuerpo. la deseaba y tenerla tan cerca acrecentó su pasión. Se durmió imaginando tenerla entre sus brazos. La noche díó paso al día. Ya despiertos se apresuraron a salir de camino al aeropuerto que los llevaría de regreso a Estambul.
04/06/2020
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