Billetes, al container. Fuente Internet
Ahora más que nunca debía desprenderse del USB con los códigos, había que poner la información a salvo. Con el dinero no sabían que hacer, si utilizarlo para lo que fuera necesario o tirarlos en el primer container de basura que encotraran. Desconocían si los billetes estaba marcados y podían seguir su rastro. No querían arriesgarse por eso después de hablarlo los tres decidieron deshacerse de él y era más seguro hacerlo antes de llegar a Estambul.
Se encontraban ya muy cerca del apartamento, los tres permanecían callados cada uno perdido en sus pensamientos.
-¿Quién era ese hombre?-dijo Rita.
Freddy y Jhon después de meditarlo dijeron casi con certeza que Charles era un asesino por encargo, la única persona en la que podían pensar en ese momento era, que su cliente era el Sr, Sanders.
-¿Entonces, quién mató a Charles?.
- Es todo muy extraño, además suponiendo que Charles Writ fuera su verdadero nombre. Cuando lleguemos a la ciudad miraremos también su nombre en internet, a lo mejor se trataba de alguien conocido, saber su procedencia, por intentarlo...no perdían nada.
Durante el viaje estuvieron muy atentos por si alguien les seguía, con toda probabilidad las personas/a que hubiera matado a Charles no andaría lejos. A lo mejor los tenían localizados de otra forma más sutil, quizás el coche. ¿Un localizador?. Las dudas llenaban sus mentes, ya no sabían que pensar. Jhon conducía en ese momento y decidió parar en una estación de servicio pero mirando a Rita y Freddy les indicó con un dedo entre sus labios que no hablaran.
Ambos le miraron .intrigados, pararon y Jhon les hizo señas de que se alejaran del vehículo. La zona era arbolada y en ese momento solo había un camión en el área de descanso.
¿Qué te ocurre Jhon, por qué te comportas de esta manera?. Se decidió a hablar, creo - les dijo- que no estamos solos. todo lo que ha ocurrido significa que el Sr. Sanders hará lo imposible para impedir que se sepa la verdad.
Segur que alguien nos sigue los pasos, deberíamos deshacernos del coche,y en adelante, durante el trayecto a la ciudad hablar de cosas banales, nada que les pueda hacer creer que los hemos descubierto. Abandonaremos el coche y miremos porque otro medio nos podríamos desplazar para llegar a nuestro destino. Estuvieron de de acuerdo, estirarón las piernas, bebieron agua y siguieron su ruta.
En medio de la carretera comarcal el paisaje era árido, sin nada verde alrededor, divisaron cerca de un pueblecito un área de containers, decidieron hacer una breve parada y tirar allí el dinero No se quedaron con nada, era mejor así. Rápidamente Jhon subió al vehículo, algo menos de qué preocuparse. Seguirían adelante con sus planes.
30/06/2020
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