Reunión de familia. Fuente Internet
Del eropuerto a la ciudad habria unos quince kilometros, eran pocos, pero se covirtieton en inmensidad con el silencio reinante en el automóvil familiar, cada uno de nosotros con nuestro pensamientos. El ambiente se convirtió en gélido y esto no auguraba nada bueno a mi llegada a casa. Pronto ya entramos por la glorieta que tantas veces había recorrido igual que la dejé ya estábamos en las calles conocidas que había olvidado por un tiempo, que me revelaron la entrada a otro mundo, mi mundo ahora, triste, despacible, frio, desvestido de sentimietos positivos. Nuestra calle, allí, en la esquina donde mi padre tenía su lugar de trabajo, un taller propio de chapa y pintura. Al lado nuestro portal y al lado la plaza de parking propia, como no, donde guardaba el automóvil. Casi parte de la manzana la ocupaba él, un hombte hecho a si mismo, trabajador, que solo atesoraba propiedades y dinero.
Una vez colocado el auto en su plaza correspondiente, todos bajamos en busca del equipaje y subimos a casa, siempre se la llama así. Aunque en una casa cualquiera, se repiraba amor, en esta miedo. Ellos, mis padres no eran afectuosos y sí bastante rígidos con sus hijos. una mirada bastaba para saber lo que se avecinaba, en este caso tormenta. Nos juntamos todos en el salón y ya comenzo el interrogatorio y los reproches. Mi padre comenzo primero, era el amo de la casa, mi madre no decía nada, era después de que él terminara. Ya te lo dije-comentó mi padre., que no era una buena decisión y mira aquí estás de nuevo, dos meses de aventura, dejaste un trabajo, te has gastado el dinero y para remate vienes herida. ¿En qué estabas pensando?. Contesté pues en encontrar un trabajo y estar con Roberto, yo siento algo por él. Porque, tenías tú dinero si no yo no te hubiera dado ni un euro para que te vayas y estropees tu vida. Pues suerte que lo tenía dije -sarcástica, si fuera por ti no haría nada en mi vida. Mi madre ya intervino-no hables a tu padre así, él y yo tenemos razón. Como hacerles comprender, si solo hablaban ellos, ¿nunca hicieron una locura de jóvenes?. En realidad yo no hice nada malo, ellos eran muy chapados a la antigua y con eso de que solo querían tú bien...yo quería vivir y si me estrellaba, me estrellaba,.Estaba cansada de tanto control, rígidez y de que no me dejaran ser ni vivir, mi vida. Su casa, sus normas.
Continuará...
12/09/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario