Trozos de Vida Continuación nº LVII

Escuela de adultos. Fuente Internet


 Ya no me levamté ni para cenar, no tenía ganas de cenar y menos de ver malas caras. Estuve pensando que podía hacer y dónde ir a buscar otro trabajo. Yo que solo hice el E.G.B., no tenía estudios superiores, así solo podía encontrar trabajos de baja categoría, limpieza sobre todo. De eso no faltaba trabajo, sí de momento me puse a estudiar para obtener  el titulo de Graduado Escolar con 18 años, me quedaron las llamadas "marías", las matemáticas y en este caso la lengua francesa. Así estaría ocupada con algo provechoso y al menos tener el mínimo titulo, ahora llamado E.S.O. Pasé una año académico estudiando y lo combinaba con alguna casa, en temas de limpieza. Gran parte del tiempo lo pasaba fuera de casa, me sentía mejor, Roberto y yo nos escribiamos a menudo y una vez a a la semana le llamaba yo desde una de esas cabinas de Telefónica, que había en mi barrio y en muchas partes. Ahora eran una reliquia en los tiempos de los móviles e internet. Cuatro meses es mucho tiempo, sobre todo si te acabas de conocer, el amor por mucha carta y palabras, no se sostiene. Una pareja ha de estar junta. Al principio no salia con las amigas y luego me dije que estoy haciendo, tengo que vivir. Asi que comencé a quedar con mi amiga Rosa que aún no tenia pareja y salimos a bailar con lo que nos gustaba, o a conversar. En casa misma tónica de morros, de adjetivos hirientes y de alguna torta porque le daba la gana a mi madre, sin venir a cuenta. Humillada, tantas veces uno tiene un límite. No callaba pues no entendía el porqué de su actitud hacía mi, y aún recibía más. Que injusto, al llegar a casa yo era un ser callado y según ella con cara de sota de bastos. Sabía que no podría soportar mucho más este maltrato psicológico y a veces físico. Pero creanme dolían más las palabras.


Continuará ...


17/09/2020