Trozos de Vida Continuación nº LXV

Pareja bailando en la discoteca. Fuente Internet


El tiempo de castigo se hizo largo y pesado, no tener con quien hablar y evadirme. Si, llamaba a Roberto cuando tocaba, pero no estaba aquí, a mi lado. Me había dado cuenta de que mis sentimientos hacia él se habían enfriado, demasiado cuatro meses, sin verse, tocarse, loa abrazos, hacer el amor. Me sentía sola, ante el Mundo. Trataba de evadirme, pero siempre me costó que mi cabeza no dejara de escribir de todo, no tenía paz y eso lo hacía si cabe peor. Los silencios al comer, esto no era una familia. Pero como todo llegó el final del castigo. Ya veis con 19 años y no me rebelaba, se había impuesto el miedo en mi casa desde que éramos unos críos. Una mirada y basta para entender. Reanudé mis salidas con Rosabel, íbamos de discotecas y porque no, coqueteábamos, mientras no pasara de eso. Había otros hombre que se  interesaban. Volví a sentirme deseada, descubría otros tipos de hombres más sofisticados, con conversación e inteligentes. Las tres cosas que no tenía Roberto. Me gustaba conversar y no de tonterías, enriquecerme con las palabras y hablar de tu a tu con un igual. Sentía que esto para mi era importante y no con un pobre chico, tímido, sin saber que decir, pobre de espíritu pero me puso los ojos tiernos y volqué allí mi mirada y algo mas que eso. Solo faltaba un mes para que viniera´. ¿Cómo sería, su retorno?, me dije. Aunque pensar en eso ahora no tenía ningún sentido. A vivir, se habían acrecentado las ganas de hacer locuras desde que estuve confinada. Mira se repite, como lo que pasa hoy en día en todo el mundo.



Continuará...


21/10/2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario