Trozos de Vida Continuación nº LXVII

Pareja bailando. Fuente Internet

Deseaba que llegara el fin de semana para dejar de trabajar e ir a la discoteca. Me encanta bailar, cuando mis padres un poco más joven me dejaba salir, descubrí que allí bailando y con la música se me olvidaba todo, era feliz. Comenzamos los sábados y al final con el tiempo ya eran viernes, sábados y hasta domingos. El poder de la música. Entonces había espejos y te podías ver bailar, también te fijabas en los chicos, los que estaban en la barra y revoloteando también  cerca de nosotras. Allí conocí a Josua, no era un crio, era más bien como un ejecutivo. Vestía muy bien, no es que fuera muy atractivo pero era gracioso y en la pausa que había antes para los llamados bailes agarrados, me escogió a mi para ello, Me sorprendí la verdad, soy extrovertida pero a la vez un poco tímida. No sabía bailar agarrado, me cogió de la cintura y me acercó a su cuerpo y nuestras manos se fusionaron. Comenzó el baile yo no hacía más que pisarle lo pies y marearme. El decía , tranquila, es muy fácil, yo te llevo. Pues no, lo tuvimos que dejar, estaba claro que no me dejaba llevar y que me haría bien unas clases. Siempre había querido pero por cosas como el trabajo o el coste, lo fui alejando de mi, pero era un sueño ser como las que bailan en los concursos por parejas. De todas formas bailaba, bailaba, no me hacían falta. Después de este encuentro fallido, mi amiga  estaba por allí ligando, pudimos ir a tomar una copa y hablar, Josua era un gran conversador, me sentía muy a gusto con él. Me propuso quedar otro día y yo -me dije- ¿porqué no? Quedamos al sábado siguiente,


Continuará...



28/10/2020



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