Test de embarazo, bebé a la vista. Fuente Internet.
El malestar general continuaba cuando regresamos a nuestra tierra, yo comenzaba a sospechar que estaba embarazada, como fuera eso, vaya, todo lo que habíamos planeado se rompería en pedazos. Habíamos hecho el amor sin protección la noche de bodas, que locura. Fuimos al médico y allí me hicieron una analítica de la orina. Sorpresa, sorpresa, esperaba un hijo, yo que no estaba preparada para hacerme responsable de otra persona. Primero quería vivir mi vida y descubrirme, pues nunca fui yo. Las malas decisiones tienen un precio y este fue muy alto. Francamente lo viví mal, no quería un hijo ahora, y Roberto daba saltos de alegría.¿ Ahora qué? Nos tocaba ir a Formentera con un tercer ser que crecía en mi interior. De los planes que hicimos, nada de nada. Fue un disgusto. Tenía que asimilar esta situación. Cuándo se lo dijimos a nuestras familias se alegraron, pero ¿tan pronto?, ha sido un fallo nuestro, ahora solo quedaba tirar adelante con todo y ya se vería como continuaba esta aventura, pues lo era, de ser padres, además que me iba, casada, preñada y cambio de residencia por seis meses a las islas. Cuántos cambios en un espacio breve de tiempo. Ni que decir tiene que los padres se emocionaron pues serían abuelos otra vez. Las dos mujeres de nuestras familias, ya tenían nietos. Además se dio la casualidad que mi hermana mayor, estaba embarazada de su segundo hijo. Las dos en el mismo estado. Ahora que todo se había desmontado, nos aparecía en el horizonte otra aventura mucho más grande, la de ser padres. FINAL de esta 2ª parte de relatos. Gracias. 💟👪😎
Manuela García 14/04/2021
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