Te estoy buscando a TÍ

Fotografía: Manuela Garcia. Tossa de Mar

CRISTO, Iglesia de Sant Vicenç


Tossa de Mar siempre ha sido un lugar especial para mí, desde que hace mucho, mucho tiempo lo descubrí probando el coche que nos habíamos comprado recientemente. Fuimos a probar el coche y fuimos a parar a esta pequeña pero bellísima localidad de la Costa Brava. El coche circulaba un poco despacio, pues sus calles son estrechas y circulando apareció una que daba al mar y a su imponente muralla, que se hallaba en lo alto de un risco de rocas. Su visión quedó impregnada en mi retina y me enamoré de este, tranquilo, menos en vacaciones. Aquí quisiera aunque sé que no está permitido, esparcieran mis cenizas por este mar bravo.

La necesidad de alejamiento del duro cemento de mi ciudad, me alentó a descubrir un día sola, la localidad. No era ese el destino, primero era Caldetes, una recomendación, pero se tornó imposible por la escasez de horarios de autobuses, apareció Blanes, también había ido, pero en mi cabeza apareció una idea repentina ir a Tossa de Mar. Me convenció los horarios, múltiples, podía pasar un día entero y estar es mi ciudad a la noche. Hacía mucho que no iba y seguro que la visión de ella sería distinta, estaba en otro momento de mi vida y hacía ya tres años que no había salido sola a viajar, desde que comenzó todo el proceso, que me ha tenido varada todo este tiempo.

El autocar salía de la Estación del Norte, de hecho compré los billetes con antelación, ante el peligro de quedarme sin poder ir. Pero sí, quedaban asientos muy bien situados y con ventana.  Estaba muy ilusionada, me iba a respirar otros aires y también a ponerme a prueba sobre mi movilidad y sí podía soportar un día entero sin descansar. Pero me planteé el día con la calma, a mi paso, descubriendo la ciudad, que realmente no conocía, caminando por su bellas y estrechas calles, Primero fui a Información y Turismo, que amables me indicaron donde estaba el casco antiguo, la fortaleza amurallada. Cuando ya estaba situada, comencé mi camino y hacer fotografías, había tantas cosas bellas, que era imposible no hacerlas.

Primero me encontré la Iglesia Parroquial de Sant Vicenç, el entorno que la rodeaba era precioso, y me decidí a entrar. Lo primero aparte de tomar asiento, en el altar había una figura de CRISTO, pero sin estar él en la cruz, simulaba con los brazos extendidos, Me impresionó, pues era diferente a tantos que había visto, además estaba su dolor, en el rostro. Erguido, alto y de repente unas palabras cruzaron por mí cabeza o quizás fue mi corazón. Al mirarle las palabras salieron de mi boca, TE ESTOY BUSCANDO A TÍ. Una revelación, pues es cierto que desde hace un tiempo, yo, lo sé, me he alejado de él.



Manuela García 

19/04/2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario